
En medio del debate sobre si es conveniente el retorno de los más pequeños a las aulas en la situación actual de pandemia que vivimos provocada por el virus del COVID19, desde la perspectiva de la alimentación, quiero recuperar este post sobre las golosinas que, en condiciones de normalidad, siempre aumenta su consumo con el inicio del curso escolar.
El término chuchería engloba a una serie de productos de confitería muy diferentes: caramelos, golosinas, dulces de espuma, dulces de goma, etc. de tentadoras formas y colores.
Es útil saber cómo la Real Academia Española define chuchería: “Producto comestible menudo, que principalmente los niños consumen como golosina“, y golosina la define como “manjar delicado, generalmente dulce, que sirve más para el gusto que para el sustento“. También, una curiosa definición: “cosa más agradable que útil“…
Es salientable reseñar que, en el Código Alimentario Español (CAE), no existe la definición de chuchería o golosina.
¿Qué tipos de chucherías nos podemos encontrar?
1. Golosinas azucaradas
2. Golosinas y dulces (caramelos, gominolas, dulces, etc.
3. Chucherias saladas (cortezas, frutos secos, etc.
4. Las que pueden obstruir las vías respiratorias
OBSERVACIONES SOBRE LA COMPOSICIÓN DE GOMINOLAS Y CARAMELOS
- Las calorías que contienen son “calorías vacías”, con un valor nutricional casi nulo.
- Están constituidas de azúcares simples tales como: fructosa, glucosa y sacarosa. Los tres azúcares de rápida asimilación.
- En su composición están presentes aditivos y colorantes artificiales para obtener llamativos colores y apariencia vistosa. Son aditivos que la legislación actual, permite utilizar a sus productores.
- Los aditivos autorizados, generalmente edulcorantes, que se utilizan son: sorbitol, jarabe de sorbitol, manitol y xilitol.
- Los colorantes, casi todos artificiales son: cochinilla, luteína, curcumina, azoico, tartazina y amarillo de quinoleína, entre otros. Dentro de estos colorantes, hay que destacar el azoico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) puntualiza que, entre los colorantes autorizados, el grupo de los llamados Azoicos, pueden desencadenar asma en personas predispuestas a sufrir este problema.
- Potenciadotes del sabor: ácido cítrico, ácido málico, etc.
- La proporción de proteína más común es del 5-6%. La proteína se muestra principalmente en forma de gelatina, que se caracteriza por una composición incompleta en aminoácidos (componentes fundamentales de las proteínas). Ya que no aporta las cantidades necesarias en algunos nutrientes esenciales (constituyentes de las proteínas, aminoácidos esenciales para el crecimiento y el metabolismo de la especie humana), no se debe considerar a las golosinas como un producto que aporte proteínas a nuestro organismo.
- Hay un tipo de chucherías, que se promocionan bajo la denominación de “sin azúcar” en las que las sustancias sustitutivas de los azúcares son casi peores: el Sorbitol y el Xylitol, que tomadas en grandes cantidades pueden provocar dolores abdominales y diarreas, debido a su efecto laxante.
- Las grasas de las golosinas suponen menos del 1% de su composición.
- El contenido en agua esta entre el 5 y 8%.
- El aporte energético se encuentra entre las 320 y 360 calorías.
- Nula cantidad de vitaminas.
- Las golosinas no deben se consideradas como productos que aportan proteínas.
- Nos aportan muy pocos minerales.
- En un caramelo se pueden encontrar hasta 17 colorantes, unidos a otros aditivos, que pueden sumar hasta 30 aditivos, además de la síntesis química.
COLORANTES AZOICOS | CONSERVANTES |
E-122 | E-250 |
E-124 | E-252 |
E-129 |
CONSIDERACIONES SOBRE EL CONSUMO DE GOLOSINAS Y NUESTRA SALUD

- No aportan nutrientes interesantes a nuestro cuerpo, de ahí que no sea recomendable su consumo.
- Las gominolas infantiles son productos de confitería compuestos por una masa maciza elaborada con azúcar aromatizado y coloreado mediante un generoso uso de aditivos.
- Sus componentes básicos son los azúcares, gelatina y aditivos.
- Su componente mayoritario son los hidratos de carbono sencillos: glucosa, fructosa y sacarosa, que suponen entre un 70 y 80 % total del peso de las golosinas.
- Su consumo frecuente puede producir obesidad y caries. En nuestra boca existen unas bacterias que transforman en unos veinte minutos aproximadamente, cientos de azúcares, principalmente la sacarosa, en ácidos que se mezclan con la saliva y las partículas de comida, formando una placa que se adhiere al esmalte, atacándolo y produciendo caries.
- Tras consumir chucherías, aún en pequeñas cantidades, debemos cepillar los dientes para eliminar los restos de azúcares de la boca, ya que, el riego de caries, no depende de la cantidad de azúcar consumido, sino de la frecuencia de su ingesta.
- Debido a su textura gomosa, se mastican con dificultad, lo que puede provocar atragantamientos en los niños que podrían desembocar en asfixia.
- Son elaborados con colorantes azoicos (tartracina, amarillo anaranjado S, azorrubina, rojo cochinilla A y rojo Allura AC), a los que se les asocia la posibilidad de provocar alergias e incluso trastornos en el comportamiento de los niños.
- La tartracina (E-102): puede producir manifestaciones cutáneas o respiratorias en personas asmáticas y en alérgicos a la aspirina (10% de los casos).
- Aportan muchas calorías.
- El azúcar blanco necesita para su metabolización minerales y vitaminas (que sí tiene el azúcar de caña) que se han extraído al refinarse. El azúcar blanco tomará del cuerpo que lo ingiera los minerales y vitaminas necesarios para su digestión. Si no hay un ingreso de calcio y otros nutrientes para compensar, se producirá una cesión de calcio para neutralizar el exceso de ácido generado en el proceso de digestión del azúcar. Esto a la larga, puede generar osteoporosis, etc.
ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO Y ALTERACIONES FÍSICAS
La sacarosa (compuesta de glucosa y fructosa), mediante la digestión se convierte en azúcares simples como la glucosa. Una gran cantidad de azúcar pasa a la sangre. De esta manera aumenta el nivel de glucosa en la sangre. El resultado del aumento glucosa en la sangre es la hiperglucemia, que esta vinculada a la hiperactividad (muy frecuente en los niños). El páncreas genera una cantidad de insulina y se llega en muy poco tiempo a una hipoglucemia. El resultado es que el niño se encuentre cansado, decaído y melancólico.
CONSECUENCIAS DE UN CONSUMO FRECUENTE DE CHUCHERÍAS
- Caries.
- Dolores abdominales y diarreas provocado por el Sorbitol y el Xylitol.
- Asma en personas predispuestas.
- Obesidad.
- Adicción provocada por su composición.
- Inapetencia, debido a que sus calorías vacías provocan la sensación de saciedad suficiente.
- Trastornos digestivos.
- Cansancio.
- Hiperactividad.
LOS CHICLES
El chicle es un preparado elaborado con una base masticable plástica e insoluble en agua, natural o sintética, azúcar y/o azúcares y otros ingredientes como aditivos autorizados.
Según sea la base masticable, este tipo de productos se pueden clasificar en:
- Hinchables.
- Masticables.
El chicle es el nombre vulgar de una de las plantas cuyo látex concentrado se usa como base masticatoria: la manikara zapota, originaria de México y aclimatada en el sur de España y otros países.
¿Cómo se elaboran las golosinas?
Primero se realiza una mezcla líquida caliente, formada por azúcar, jarabe de glucosa y aditivos, que posteriormente se introduce en un molde para que adquiera la forma deseada.
Posteriormente se reduce la temperatura de la mezcla ya moldeada para conseguir su endurecimiento y, tras la solidificación, las gominolas son cepilladas y pulidas para darles la forma definitiva deseada. Los restos de la mezcla que se producen durante este último proceso son reincorporados a la máquina mezcladora para su aprovechamiento en la fabricación de nuevas golosinas.

Todos los colorantes utilizados en su composición son artificiales y están autorizados por la normativa.
Algunos fabricantes envasan diferentes tipos de gominolas empleando un mismo film. En este film, aparecen las diferentes denominaciones y listas de ingredientes de todos los productos de fábrica.
Como puedes ver, las golosinas no pueden considerarse un alimento, y es evidente que su consumo no es nada saludable ni recomendable para nuestro organismo.
Bien es cierto que a la mayoría de los niños, estas golosinas les encantan, y normalmente se les suelen dar como “recompensa”, muestra de cariño o incluso para llevarlas a la escuela, donde las suelen compartir con otros niños, y ¡cuántas veces solemos los padres también “picar” alguna de ellas!. También se vincula su consumo a celebraciones, como fiestas de cumpleaños, etc.
Si bien un consumo de golosinas muy reducido y ocasional no debería tener consecuencias salientables para nuestro organismo en condiciones normales, deberíamos evitarlo en la medida de lo posible, sobre todo teniendo en cuenta el alto poder de atracción e incluso adicción que provocan en pequeños e incluso en mayores. Lo ideal, sería sustituir el consumo de golosinas por otro tipo de productos más saludables, como pueden ser frutos secos o frutas disecadas sin azúcares añadidos.
Me parece salientable reseñar que, en las condiciones actuales y en el contexto de pandemia por coronavirus en el que nos movemos actualmente, es altamente recomendable evitar que los niños lleven golosinas a la escuela en el supuesto de que la vuelta al cole presencial se haga efectiva, y para evitar que se den situaciones en que puedan compartirlas entre ellos, potenciando así actitudes higiénicas que son más recomendables que nunca entre los más pequeños.
Espero que este artículo te haya resultado interesante y, lo más importante de todo, que todos podamos volver a la normalidad lo antes posible, sobre todo los niños en esta peculiar vuelta al cole que se nos avecina.
Nos vemos pronto.
Gracias por brindarnos información sobre esto. La nutrición de nuestros hijos es vital para su correcto desarrollo. Excelente artículo.
¡Gracias a tí por pasarte a comentar en mi blog!. Me alegro que sea de utilidad esta publicación y, como bien dices, la nutrición es fundamental para un correcto desarrollo y crecimiento de nuestros niños y que lleguen a una edad adulta con un estado de salud idóneo. No obstante, permíteme recordar que es importante también el cuidado en la alimentación a cualquier edad. Una de las cosas de las que no nos damos cuenta respecto a ello es que cada edad, entre otros factores, demanda unas necesidades de alimentación específicas, pero el tema de los dulces y golosinas es de importancia vital en edades tempranas. ¡Un saludo!